El 12 de diciembre terminé, junto a mi esposa, las clases de Frances, se supone que somos bilingues, es decir, ese el objetivo oficial del programa, pero todos sabemos, que el objetivo real del programa es darnos las bases, la confianza, las expresiones y la gramática suficientes para defendernos (sur la rue), para entender y hacernos entender: en la calle, en la farmacia, en la universidad. Personalemnte pienso que con el paso del tiempo, mucho esfuerzo y práctica, podremos aprender (casi) a la perfección el Frances. Según los inmigrantes que ya lo hablan bien, se aprende despues de 1 año de estudio y otro de practica, yo como hasta ahora llevo 12 meses ya estoy resignado a seguir atropellando la lengua de Napoleon.
Como se acerca el fin de año, voy a contarles, a modo de anecdota lo que pasó mi primer día de clase, cuando llegué lleno de ilusiones, de miedos y muchas exectativas a mi salón, pues estudiar otra lengua con personas de todo el mundo y un profesor extranjero, no es algo a lo que estemos muy acostumbrados en nuestro país.
J´ai un garzon! (quiere decir: yo tengo un hijo)
¿uno o unos? pregunto la profesora (en frances claro está)
hizo una pausa, nos vio a todos, tomó aire y resignado a hacer el ridiculo continuo su presentación, nos contó que venía de Honduras, que se acababa de casar con una canadiense y que esperaba aprender cuanto antes el idioma, todo eso lo entendimos los latinoamericanos, pues su frances era una especie de mezcla entre frances, ingles y español, (sobre todo español). Yo estaba nervioso y ansioso, pues el siguiente era yo.
Esto que les acabo de contar pasó el primer día de clase de la francizacion que nos da el gobierno de Quebec, un curso que dura un año, en el que entran cada tres meses cientos de nuevos inmigrantes que vienen de todos los rincones del planeta y que desean, como yo, hacer de este helado y hermoso pais, su nuevo hogar.
En el salón habían conmigo 20 inmigrantes, que venían de Rusia, Libia, Rumanía, China, Siria, Brazil, Perú, Venezuela, Armenia, Polonia, Cuba, República Dominicana, chile, Afganistan, Irak, Israel y de otros países de los que francamente no me acuerdo o no se como se escriben en español. La profesora era de Trois Rivers, una ciudad pequeña sobtre el rio San Lorenzo, al norte de Montreal. Hasta donde sé ella habla 5 idiomas y puede entender otros 5, pero oficialmente, y como estrategia para que no hablaramos en nuestra lengua maternal, solo comprendía cuando le hablabamos en frances, y lo dejo bien claro, quien pronuncia una palabra que no sea en frances, debe pagar 25 centavos.
La mayoría de quienes estabamos en esa clase hablaban ingles o por lo menos medio lo entendíamos, pero era una clase para aprender frances y la mayoría solamente sabía decir, mercie y madamme. Lo demás devíamos aprenderlo.
Cada vez que decía algo, la profesora me corregía la pronunciación, pues el frances es muy dificil para nosotros, pues tiene unos sonidos que no conocemos y no somos capaces de pronunciar los latinoamericanos.
Después que Hector, la profesora murmuró unas palabras y fijo su vista en mi, comprendi que era mi turno; la presentación era fácil aunque confiezo que estaba un poco nervioso, decir yo me llamo Nelson Reyes, soy de Colombia y otras cosas por el estilo no era tan difícil, despues de todo lo único que tenía que hacer era repetir lo que acaba de decir mi compañero y donde él había puesto su nombre yo devía poner el mío, y donde él había puesto su fecha de nacimiento yo ponía la mia, etc. Pero había una palabra que me daba vueltas en la cabeza y que no podía comprender... y que cada vez que la repetia en en mi cabeza me traía una imagen muy araucana. Yo empecé mi presentación y esa palabra me seguía dando vueltas... un garzon, un garzon, repetia, que quiere decir en frances eso... que quiso decir el hondureño cuando el dijo: yo tengo un garzon. si hasta donde yo se un garzon es un pajaro del llano, me reia solo de imaginarme que hondureño tuviera un garzon, era una imagen cómica, que aunque sabía que eso no era lo que queria decir era lo único que se me ocurri que podía significar esa palabra...
Cada vez que decía algo, la profesora me corregía la pronunciación, pues el frances es muy dificil para nosotros, pues tiene unos sonidos que no conocemos y no somos capaces de pronunciar los latinoamericanos.
Finalmente todos mis compañeros hicieron su presentación, algunos con acentos raron, jamas escuchados por mi, otros con acentos arabes, rusos, etc... la mayoria mezclando palabras de su lengua natal o palabras de ingles con el frances, y por su puesto pagando por cada palabra los 25 centavos, al final se reuniron 9 dólares...
Ya en la pausa de 5 minutos que nos daban entre hora y hora de clase, le pregunte a Hector que diablos quería decir garzon, y el me lo dijo.... "garzon quiere decir hijo, me lo enseño mi esposa antes de salir de la casa".
Dias depues aprendería que garzon se escribe de la siguiente manera, garcon, y que se pronuncia de una manera muy distinta a como la pronunciaba hector.
Hoy ya ha pasado casi un año desde ese primer dia de clase, y a lo largo de las semanas he ido reuniendo anecdotas y curiosidades que estare contento de compartir con ustedes.
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Saludos,
Fran y Romi