Dios! Ayer mi hijo era un bebé, la enfermera me entregó a un niño pequeñito, chiquitico y bonito en mis brazos, en medio del pasillo principal del hospital de Tame, ella me vio a los ojos y estiro sus brazos para entregarmelo, yo lo recibi y lo vi a la cara, pero estaba dormido, Santiago tenia aprenas unas 4 horas de vida, estaba envuelto con una cobija gigante, de esas que llaman 4 tigres, eras mas lana que nino, y parecia que se podia resvalar entre tanta tela. Tenía las manitas cerrados, como todos los hombres cuando tienen esas horas de vida, parecia un gusanito de esos que en el llano llammamos chires, gusanos blancos compuestos de pura grasa y que nos comemos cuando los encontramos en las palmas podridas. Era un nino como todos los demas, blandito, indefenso y probocaba abrazarlo con fuerza. La enfermera me dijo, es tu hijo! Yo lo veia con cierta indeferencia, mientras ella me daba algunas intrucciones sobre como tratarlo, yo fingia estar interessado en lo que ella decia per...
Canadá desde los ojos de un inmigrante latino.