Mi hijo, Santiago Reyes quien tiene 3 años y medio, ha recibido durante el mes de diciembre 13 regalos de distintas organizaciones benévolas y sociales, que se encargan de ayudar a los nuevos inmigrantes y a quienes aún estamos en la ayuda social. (Si, aún estamos en la ayuda social) . Mi esposa, mi mamá (se los envió desde Colombia) , algunos amigos y yo, le regalamos otros 8, para un total de 21. Mi "chiquitin" destapó todos sus juguetes con mucha emoción y ansiedad, pero luego de jugar 5 minutos los ha dejado a un lado con una indiferencia terrible, como si se hubiera cansado de ellos; al rato lo veo jugar entretenido y contento con unos tarritos vacíos y viejos de plastilina que le compre en el verano. Con ellos hace torres, puentes, los utiliza como telescopio para jugar a los piratas, como balones, habla con ellos, son naves espaciales, dragones y no sé que mas formas y papeles desempeñan estos tarritos en su fantástico mundo; mientras los legos, las pistas de Hot whee...
Canadá desde los ojos de un inmigrante latino.